Los retos que se plantean en los almacenes afectan a los trabajadores, a la entrega de los pedidos completos y, en última instancia, a la satisfacción de los clientes. Aunque los retos forman parte de la actividad empresarial en un entorno altamente competitivo, pueden generar exigencias poco realistas que afectan negativamente al componente humano de la cadena de suministro. Las recientes noticias negativas sobre las operaciones de los almacenes de Amazon están proporcionando un foro para debatir las prácticas insostenibles impuestas a las empresas para maximizar los beneficios. Es necesario ofrecer una visión general de los principales retos que se plantean en el ámbito de los almacenes y sus posibles implicaciones para motivar el cambio en las organizaciones rezagadas.
Los retos
Muchos almacenes aún no han optimizado sus procesos para acortar de manera eficaz el tiempo necesario para los envíos y reducir el desgaste de sus empleados. Algunos terminan pagando menos a los trabajadores para poder satisfacer la creciente demanda. Los empleados no son superhumanos y se benefician de la mejora de los procesos dentro del flujo de trabajo.
Falta de visibilidad - Las organizaciones se quedan sin existencias cuando las necesitan o tienen un exceso de existencias que pueden depreciarse y reducir su flujo de caja. La escasez de inventario puede crear una necesidad urgente de ponerse en contacto con los proveedores para obtener productos, lo que aumenta los costes de envío y resta tiempo a las tareas de gestión diaria. Los retrasos y las entregas incompletas dan motivos a los clientes insatisfechos para buscar una alternativa que pueda satisfacer sus demandas de forma más puntual.
Falta de información sobre la ubicación - Sin una supervisión adecuada del inventario, las ineficiencias en las operaciones del almacén provocan una ralentización general y aumentan los costes laborales. Los recolectores tardan más en localizar los artículos de los pedidos, lo que ralentiza la carga y crea la necesidad de contratar a más trabajadores.
Falta de una ruta de recogida común - Dado que los almacenes dependen de procesos manuales en lugar de automatizados, no hay una ruta designada para recoger los artículos que se van a entregar. Esto añade más tiempo al proceso y gastos adicionales a los costes laborales.
Pequeños cambios dentro del almacén pueden mejorar el flujo de trabajo y garantizar entregas precisas y puntuales sin ejercer una presión excesiva sobre los trabajadores. Pensarlo bien puede dar buenos resultados; no habrá que sacar trapos sucios al aire si se invierte en mejoras del almacén.
Una advertencia
La reciente atención prestada a Amazon debería servir de llamada de atención al sector, cuya prioridad es la rapidez en la entrega de los productos a los clientes. Debido a las exigencias implacables, se ha observado que los trabajadores de los almacenes de Amazon han presentado demandas por la reducción de las pausas para comer y las interrupciones, el miedo a perder su trabajo por no cumplir con cuotas poco realistas y las enfermedades y muertes de empleados, como la reciente muerte de un hombre de 29 años mientras trabajaba en el almacén. Por desgracia, Amazon es el centro de atención en este momento, pero parte del schadenfreude, o regodeo ante las desgracias ajenas, consiste en ver cómo se analizan las prácticas comerciales de una empresa tan grande y conocida. Lo más probable es que haya otros en una situación similar, pero aún no han sido objeto de tal escrutinio. La mejora de las prácticas garantiza ahora un trato humano a los trabajadores y plazos de entrega más cortos. La inversión es una obviedad.
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