La automatización ha sido una fuerza predominante en la logística durante décadas. Lo que antes considerábamos ciencia ficción se ha convertido en realidad científica. Si hoy visitara un almacén moderno, probablemente vería robots en acción: desde grúas robóticas que recogen mercancías con destreza de las estanterías hasta brazos mecánicos que trasladan artículos pesados de palés a estantes, pasando por carros autónomos que circulan sin problemas junto a sus compañeros de trabajo humanos.